El Proyecto

España es hoy uno de los países con mayor tradición cinegética dentro de la Unión Europea.

Más de un millón de sus ciudadanos están en posesión de una licencia para poder practicar la caza en un territorio que supera los 32 millones de hectáreas, acotadas todas ellas por unos 30.000 espacios cinegéticos de titularidad privada y pública repartidos por sus 17 Comunidades Autónomas.

Ello se debe a la gran variedad de fauna cinegética que puebla nuestros montes y campos, y a ser el país más montañoso de Europa después de Suiza, así como el más meridional. Esta situación permite la existencia de paisajes, clima y vegetación muy diferentes en pocos kilómetros de distancia, que dan vida a un amplio conjunto de especies de flora y fauna y nos sitúan por ello entre los países del mundo con un mayor índice de biodiversidad.

Estos paisajes a su vez proporcionan un hábitat indispensable para la cría y reproducción de todas las especies de fauna cinegética, especies que forman parte de la cadena trófica y son sustento de la mayoría de especies de fauna protegida presentes en España. Por eso, una gestión sostenible de las mismas es fundamental para mantener este equilibrio natural.

Durante los últimos años, la actividad cinegética ha sufrido una serie de cambios intensos y profundos que hoy le han conferido un papel más amplio en la conservación de la biodiversidad y en la de los ecosistemas. Su relación con estos, su amplio calado en nuestra Historia y Cultura, así como su creciente impacto social y económico, son los aspectos más significativos de esta progresión.

Los titulares de espacios cinegéticos (públicos y privados), los propietarios de los terrenos integrados en estos así como sus usuarios finales (los cazadores), son cada vez más conscientes de la simbiosis de la caza con el equilibrio natural. Pero este equilibrio debe de manifestarse también buscando la compatibilidad con el resto de aprovechamientos forestales, con las explotaciones agrícolas, con las actividades de ocio y tiempo libre que desarrollan en el medio natural el resto de la ciudadanía y con la conservación de la biodiversidad de las especies de flora y fauna y los ecosistemas que habitan.

En este escenario de contrastes, los titulares de los espacios cinegéticos deben adaptarse y esforzarse en promover una caza ética y responsable, que únicamente podrá obtenerse tras una gestión técnica y ordenada de las poblaciones de fauna cinegética presentes en los mismos.

Así la guía que publicamos dentro de este proyecto trata de dar a conocer la importancia de gestionar de forma sostenible las poblaciones de fauna cinegética en nuestro país. Para ello pretendemos que los hoy Proyectos de Ordenación Cinegética, comúnmente denominados como “Planes Técnicos de Caza”, que además son obligatorios conforme al marco jurídico actual, sean realizados bajo unos contenidos técnicos mínimos que garanticen la sostenibilidad ambiental, social, económica y cultural de la fauna cinegética.